Al igual que todos los años el Premio a la Excelencia del Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal rinde tributo a la Libertad de Expresión y enaltece el trabajo de las mujeres y los hombres de prensa que a diario arriesgan su vida por nuestro derecho a saber y estar verazmente informados. En esta octava edición, que cuenta con apoyo de Hivos, recibimos 31 trabajos periodísticos para concursar en siete categorías a las que el Jurado Internacional dedicó tiempo y profesionalismo.
Agradecemos de manera especial que hayan venido de México, Colombia y Estados Unidos.Reconocemos en cada uno de los trabajos presentados la tradicional valentía y tenacidad de la prensa nicaragüense frente al contexto regional de creciente intolerancia de presidentes populistas y autoritarios contra las libertades públicas.
A como ocurre entre los socios del Alba, y Nicaragua no es una excepción, la tendencia es la aplicación de maniobras judiciales, leyes de seguridad nacional para limitar el derecho ciudadano a estar verazmente informado; legislaciones relacionadas a la responsabilidad social de los periodistas en búsqueda del silencio; códigos laborales para impedir la circulación de medios escritos y otros artificios.
Son métodos de represión frente a los cuales hay que estar alertas, porque el gobierno de Nicaragua tiene la debilidad de contagiarse de malos ejemplos, a como vemos lo está haciendo el presidente inconstitucional con la construcción de su imperio familiar mediático. Sin duda aquí se sigue el modelo de Argentina, Venezuela y Ecuador, ese que el analista del Miami Herald, Andres Oppenheimer, bautizó como el de la “dictadura mediática”, para describir la incursión de mandatarios autócratas en el control privado de las empresas informativas.No solo apuestan silenciar a sus críticos, sino a la degradación del debate público y a destruir la calidad de prensa. El monopolio de la familia gobernante en el último año ha logrado, junto con un empresario extranjero, controlar ocho canales de televisión y varias radios. Ambos coinciden en el establecimiento de una agenda mediática con énfasis en nota roja, entretenimiento barato y cadenas de propaganda oficial. En consecuencia, resulta un duopolio que al final compra silencio con dinero, provoca competencia desleal y pretende imponer el amarillismo, la farándula y el discurso oficialista, en detrimento de los intereses ciudadanos y de la búsqueda del bien común.
Y hay otra amenaza regional que también toca las puertas de Nicaragua: la violencia contra periodistas en un ambiente de impunidad. Cuando no es el Estado aplicando el modelo Alba, el que trata de criminalizar y copar la prensa en la región, es el crimen organizado. El “caso Televisa” es una muestra de cómo los narcotraficantes usaron el logotipo del medio o presuntamente penetraron la empresa para realizar gestiones, cruzar aduanas, traficar la droga y golpear la credibilidad de un medio de comunicación. Y es que a la par de los enemigos de la libertad de prensa crece el narcotráfico, porque donde no hay libertad hay impunidad para su reproducción.Hay que señalar también que la entrega de este premio a la calidad del periodismo nicaragüense la hacemos consciente de que nos encontramos a la sombra de un posible tercer fraude electoral el próximo 6 de noviembre. Estamos seguros que ante este otro desafío los periodistas volverán a ponerse en primera fila para la defensa del voto ciudadano como lo hicieron en el del 2008 y en el 2011.Dichas violaciones a nuestro derecho a elegir han resultado ser las mejores documentadas en la historia de América Latina, gracias al esfuerzo riguroso del periodismo nicaragüense. Hoy frente a la gran responsabilidad que tiene la prensa nacional en la defensa de las libertades publicas, la Fundación Violeta Chamorro confirma su compromiso de seguir promoviendo la excelencia del periodismo, como principal garantía de la Libertad de Expresión en Nicaragua.
En nuestro plan de acción también nos proponemos continuar impulsando el derecho de acceso a información pública y potenciar las capacidades de comunicación ciudadana en las redes sociales, para que estas sean usadas con más poder y articulación en defensa de los derechos humanos y la democracia.Confiamos plenamente en el jurado calificador y estamos seguros que quienes ganaron este concurso honran el esfuerzo de la Fundación Violeta Chamorro de promover la calidad y la independencia del periodismo, para lograr como dijo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal que “Nicaragua Vuelva a ser la República”. La autora es periodista